me acuerdo como si fuera hoy. jaja no, mentira, pero me acuerdo. Estaba en lo demi abuela, no sé por qué habíamos ido a almorzar, ¿serían las vacaciones de invierno? Y llegó mi tío alfredo, el "negro quemada" con cara larga y el diario doblado abajod el brazo. Tiró el diario sobre la mesa, suspiró profundo y dijo: se murió el viejo.
ja lindo. igual quemada era el apellido, cagate de risa. Y nos decían, cuando éramos chiquitos, que cuando había nacido la madre lo agarró y lo tiró al piso porque pensó que era un murciélago. A veces cambiaban lo de murciélago por un teléfono, de los de antes. Y nosotros lo creíamos. ah, qué tío genio el Negro. Nos perseguía con los dos brazos como sonámbulo, estirados para adelante, diciendo: soy la cenicienta maaaaala. un capo.
Yo me acuerdo, era chico, que a los pocos días pasaron en la tele unas imágenes de Perón el el balcón*, y yo le pregunté a mi vieja si lo habían resucitado... che, yo tenía cinco o seis. Acá hay un negro flaco y alto al que le dicen "chorro de humo".
"La cenicienta mala" es genial, lo voy a afanar para algún cuento. Aviso.
Las madres venían a sacarnos del colegio antes de hora. Grandes corridas, la madre de una compañera me llevó a su casa, a la noche me fueron a buscar y cuando volvíamos pasé por un garage en el que habían puesto la foto de Perón sobre el baúl de un auto, y como estaba sugestionada creí que era un ataúd con el muerto adentro y me asusté.
En Nono hay un muchacho al que le dicen Tormenta de Barro.
me acuerdo como si fuera hoy. jaja no, mentira, pero me acuerdo. Estaba en lo demi abuela, no sé por qué habíamos ido a almorzar, ¿serían las vacaciones de invierno? Y llegó mi tío alfredo, el "negro quemada" con cara larga y el diario doblado abajod el brazo. Tiró el diario sobre la mesa, suspiró profundo y dijo: se murió el viejo.
ResponderBorrarNo me olvido más.
me acuerdo que los trenes que pasaban frente a las vias del tren a san miguel estuvieron parados todo el dia
ResponderBorrarme gusto el negro quemada
el que me trae el agua a casa le dicen briqueta
ja lindo. igual quemada era el apellido, cagate de risa. Y nos decían, cuando éramos chiquitos, que cuando había nacido la madre lo agarró y lo tiró al piso porque pensó que era un murciélago. A veces cambiaban lo de murciélago por un teléfono, de los de antes. Y nosotros lo creíamos.
ResponderBorrarah, qué tío genio el Negro. Nos perseguía con los dos brazos como sonámbulo, estirados para adelante, diciendo: soy la cenicienta maaaaala.
un capo.
Yo me acuerdo, era chico, que a los pocos días pasaron en la tele unas imágenes de Perón el el balcón*, y yo le pregunté a mi vieja si lo habían resucitado... che, yo tenía cinco o seis.
ResponderBorrarAcá hay un negro flaco y alto al que le dicen "chorro de humo".
"La cenicienta mala" es genial, lo voy a afanar para algún cuento. Aviso.
Besos
Las madres venían a sacarnos del colegio antes de hora. Grandes corridas, la madre de una compañera me llevó a su casa, a la noche me fueron a buscar y cuando volvíamos pasé por un garage en el que habían puesto la foto de Perón sobre el baúl de un auto, y como estaba sugestionada creí que era un ataúd con el muerto adentro y me asusté.
ResponderBorrarEn Nono hay un muchacho al que le dicen Tormenta de Barro.