De corazón sensible y cadera frágil, el excineasta, gigoló vacuno, vidalero chacaritense, voz dulce como el arrope de miel, amante poderoso, poeta en Tropicales caídas de ojo y excritor de teatro en residencias cordobesas, un día fue al norte se enamoró de una coyita que casi lo pierde entre los cerros de siete colores y los cabritos, vini vidi vici, gritó cuando bajó de su mountainbike.
Cuando venia del cerro bajando
me encontré con tu iluminada silueta
de tu brazo un cabrito llorando
de tu poncho asomaba una teta
Copla de la época de celo de los turistas en el Norte
me encanta esta idea, furgoner, capaz que te la robo eh, no sé, lo tengo que meditar, en una época había empezado a hacer haikus sobre mis amigos, quién te dice que retomo y todo, no sé. Linda idea, lindo blog, te linkeo me linkeás?
ResponderBorrarvoy a linkearte
ResponderBorrarsos la tercera q lo pide
así q no me queda otra
Cuando me fui pal norte, me enamoré de la belleza de la cholita, la magia del Cuchi. Lloré embebido de cerros y me dejé penetrar por la poesía de Domingo Zerpa y de Don Justiniano Torres Aparicio.
ResponderBorrarHoy siento el grito de la tierra, de nuestra Pachita, ¿no lo oyen sensibles visitantes del furgoner?
Son gritos de vergüenza y dolor por la codicia de quienes se disputan tan irrespetuosamente la renta de su explotación.
Gracias por tus dulces palabras, furgoner.
tus cantos de gaucho dolido por la tierra me conmueve y esa actitud ante la vida es la que más me gusta de vos
ResponderBorrarsos un artista
mirate al espejo y te vas a dar cuenta que sos un artista
creete lo que te digo
yo te comprendo
no sé tu harem y tu doctor